sábado, 17 de enero de 2009

EL QUERER Y NO PUEDO DE ATRAVESAR UNA PARED


No sé si os acordaréis de la película Matrix, esa que había muchas máquinas que eran como bichos, esa. Bueno, pues como yo soy una matrix-fanática, me gustaría recordaros una escena un poco fantástica, y es la de cuando Neo sale del mundo Matrix y entra en el verdadero mundo real. Se puede ver que, después de tomar la pastilla roja, se sienta, le ponen perdido de cables y se queda mirando un espejo roto que, de repente se convierte en una sustancia líquida, la cual toca, y digamos que se funde en él. ¿Por qué eso no sucede en el mundo real?

Y sí, llamadme loca si queréis pero lo he probado de mil maneras distintas en mis propias carnes y no puedo, soy incapaz, y mira que he probado con todo: dándole golpes, acariciándola, "usando la mente", untando mi mano y la superficie de la pared de la misma pasta, dándole besitos... y nada. Bueno y no sólo la mesa sino cualquier superficie, asique al final he desistido, perdiendo la ilusión de convertirme en algún día en una super-heroína (y no precisamente de droga). Ya me imagino con ese super poder atracando bancos, gastando bromas, aunque bueno, pensándolo mejor, si soy capaz de atravesar paredes, también lo seré de atravesar el dinero y, por tanto, incapaz de cogerlo, ¡qué mierd...!

Entonces, ¿por qué no se puede atravesar la materia? Apliquemos la física, que para eso está y seguro que alguna respuesta nos dará.

Y el ganador del premio novel de física es para...(trrrrrr): Wolfgang Ernst Pauli, bieeeeeeeen, lo sabía, qué grande eres Pauli...
Y es que este hombre, el solito o con un gran equipo, fue capaz de enunciar un importantísimo principio para la Mecánica Cuántica, que dice así:

"Dos electrones en la corteza de un átomo no pueden tener al mismo tiempo los mismos números cuánticos".

Esto es, que los electrones por ser un tipo de partículas llamadas fermiones, están caracterizadas por tener un espin semientero y formar estados cuánticos antisimétricos. En este tipo de partículas encontramos a los electrones, protones, neutrones, quarks, etc. Se entiende por antisimétrico cuando en una relación binaria R sobre un conjunto A se da que si dos elementos de A se relacionan entre sí mediante R, entonces estos elementos son iguales. Por tanto, la antisimetría exige que no haya dos fermiones simultáneamente en el mismo estado de la partícula. Veamos un ejemplo claro para que lo entendamos: la configuración electrónica de un átomo. Éste como está compuesto por electrones, sólo 2 pueden ocupar el mismo orbital, uno con un espin semientero positivo y el otro negativo, completando las capas hasta llegar al mismo número de protones que hay en el átomo, para así cumplir la electroneutralidad.

Pues bien, si extrapolamos este fenómeno al mundo macroscópico, podremos establecer que la materia es estable gracias al principio de exclusión de Pauli, y con ello que dos objetos materiales cualesquiera formados por átomos, moléculas, etc. nunca podrán interpenetrarse debido a que los electrones de ambos, que componen sus capas más externas, no pueden ocupar los mismos estados cuánticos, y así se va al garete mi sueño heroico.

Pero no cantemos victoria todavía porque navegando por la web he encontrado a un cierto hombre que, increíblemente, ha patentado un sistema de entrenamiento para poder atravesar paredes con facilidad. El sistema permite a los humanos adquirir suficiente energía hiperespacial para poder sacar el cuerpo de la dimensión y así poder atravesar objetos, tales como paredes o puertas. El tal hombre se llama John Quincy St. Clair y propone lo siguiente:

Crear una pancarta la cual consta de una variedad de huellas espaciadas en un intervalo regular de tiempo, situada en el suelo. Después generar una señal periódica audible, por medio del cual la repita a un intervalo regular del tiempo igual al periodo. Y por último, caminar en la pancarta por el rastro de huellas, de tal forma que cada paso significa una señal audible.

Es curioso la verdad y si algún día consigue fabricarlo se forraría, ya no habría límites, no habría paredes que se nos resistiesen, ni...¡intimidad! Ay dios, por favor, si algún día se fabrica esto, que alguien invente las paredes anti-penetrables...