jueves, 30 de octubre de 2008

¡¡¡¡EL "METEORISMO" VA A LLEGAAARRRRRRR!!!!!


¡Qué grandes son las películas de Meteoritos! ¡Oh, Dios mío! ¡Un meterorito se dirige a la Tierra y su impacto será inminente! ¡Socorrooo! Y ahí ves a los americanos huyendo a México lindo en sus flamantes rancheras de Texas cuando, de repente, aparecen como por arte de magia, los 4 fantásticos (chaaaaaan) en Deep Impact (chanananiaaaan) haciendo de las suyas, vamos, salvar el mundo que es lo suyo, y también devolver a Frodo a la Comarca, que la verdad no sé qué hacía ahí. Sí, lo sé, qué manera tengo de arruinar los finales de las pelis, o bueno de un posible final, que a mi gusto hubiese estado mejor que tanto politiqueo, que si los rusos esto, que si los yankis somos lo más...en fin.

Pero toda esta ida de pelota no viene más que de la idea, de verdad, de un posible impacto sobre la Tierra. ¿Realmente las armas nucleares que posee la Humanidad serían capaces de desviar la trayectoria del meteorito? No lo sé, la verdad, pero ¿no sería mejor que hubiera muchas personas con el poder de la mujer invisible de los 4 fantásticos, creando campos de fuerzas en toda la superficie terrestre y así desviar el impacto? Una idea loca, loca, pero ¿posible? Veámoslo.

CREA TU PROPIO CAMPO DE FUERZA Y OLVÍDATE DEL MANDO A DISTANCIA.

Antes de comenzar a esplayarme en esta "imposible" realidad, me gustaría haceros una breve introducción de lo qué es un campo de fuerzas y un poquito de mecánica cuántica (no os asustéis):

Bien, veamos, un campo de fuerzas es cualquier magnitud física que presenta cierta variación sobre una región en el espacio. En este caso estamos hablando de campos electromagnéticos, que afectan a partículas con carga eléctrica. En este tipo de campos interactúan de forma conjunta los campos eléctrico y magnético, de tal manera que si se crea un campo eléctrico, pongamos en un circuito cerrado, alrededor del cable se dispondrá un campo magnético como consecuencia de un movimiento de electrones. La relación entre el campo magnético y una corriente eléctrica está dada por la ley de Amperè-Maxwell.

Ahora pensemos en mis queridos amigos: los átomos y moléculas, puesto que las cargas eléctricas provienen en gran parte de ahí.
Cada átomo posee un nivel de energía fundamental, es decir, un estado estable y dinámico, en el cual, su energía es igual (aproximadamente) a la suma de las energías, en orden creciente, traslacional, rotacional, vibracional y electrónica (si queréis más información, acudid a la mecánica cuántica que lo explica divinamente).
Pues bien, sabiendo ésto, para que se produzca la reacción que dará un nuevo compuesto, los átomos han de llevar una energía mínima determinada y una orientación espacial adecuada para la colisión (es curioso, colisionando dos átomos se forma una molécula pero, ¿colisionando el meteorito en la Tierra, formará "otra Tierra"?).
Esa energía mínima la pueden adquirir, o bien aumentando la temperatura (a veces disminuyendo), propulsionándolas o irradiándoles radiación electromagnética.
Cuando una muestra de moléculas se expone a la radiación electromagnética, el campo eléctrico de la radiación ejerce una fuerza variable con el tiempo sobre las cargas eléctricas de los electrones y núcleo de cada molécula (para tratar esta interacción se usa la ecuación de Schrödinger dependiente del tiempo). El tratamiento mecano-cuántico muestra que una molécula en el estado estacionario absorbe un fotón (partícula elemental portadora de todas las formas de radiación electromagnética) de frecuencia determinada, necesaria para pasar a un estado de energía superior, cumpliéndose:

Eestado excitado – Eestado fundamental = hv

Esta ecuación también sirve cuando una molécula en ausencia de radiación puede experimentar espontáneamente una transición a un estado estacionario inferior, emitiendo un fotón.

En resumen, que si nosotros incidimos radiación electromagnética sobre una molécula, ésta se excitará, aumentando así de energía y facilitando de esta manera la posible reacción.

Bueno, ahora que todos sabemos un poco más (¡qué bonito es esto de aprender!), os preguntaréis: ¿Y para qué tanto rollo friki? Pues muy sencillo, amigos míos, para entender más o menos de lo que os quiero aquí comentar:

Si cada ser vivo está continuamente expuesto a radiación electromagnética, es capaz de crear campos eléctricos para vivir, ya que las reacciones se basan en el movimiento de electrones para formar nuevos enlaces, y por tanto, a su vez, de crear campos magnéticos, aunque muy débiles.

Volviendo a la mujer invisible, si recordamos, ella adquirió sus poderes como consecuencia de una exposición de rayos cósmicos, radiación cargada con una elevadísima energía debida a su enorme frecuencia. Quizás al aumentar tanto su energía molecular, sus células crearan campos magnéticos gigantes, y en conjunto, los campos de fuerzas que es capaz de crear (como es ciencia ficción mi base quizás no tenga mucho peso, pero por especular...)

Como nuestra atmósfera impide que lleguen, ya que chocan con los gases, el experimento no tendría lugar (y supongo que si se consiguiese, a ver quién es el guapo que se pone de conejillo de indias), nunca podríamos disfrutar de estos magníficos poderes extra-sensoriales, ¡qué pena!

Bueno, pero no me rendiré. Imaginemos que nos incide toda esa radiación capaz de producir una serie de reacciones nucleares que originan nuevas partículas repitiendo el proceso en cascada y, que además, ésto no afectara al metabolismo y pudiéramos controlarlo con la mente, vamos, a voluntad. ¡Estaríamos hablando de la mejor defensa ecológica de la historia! Ni desastres naturales, ni elementos radiactivos, nada.

Pero que pasa, amigos míos, que la humanidad es un desastre. Literalmente, la mayoría de las personas tiene el sentido común y la honradez en el mismísimo...trasero, asique esta posible utopía no sea más que eso, y habrá que conformarse con nuevas formas de supervivencia, pero sólo hasta evolucionemos mentalmente hablando (omani pan mejun, omani pan mejun,...).




Ah por cierto, me gustaría que, si alguien se digna a leer este precioso blog, que me escriba algo, ¡POR FAAAA!, aunque sea horroroso (o muy bonito), porque me gustaría saber vuestras opiniones y si alguien me lee o no (bueno y ahora me voy a llorar al rincón, buaaaaaaaaaa).

jueves, 16 de octubre de 2008

EL DEDO QUE NOS FALTA.



Antes de comenzar, permitidme una breve introducción:

¡Ay! ¡Qué bonito! Mi primera vez. Mi primer blog, mi primera entrada, mi primer desafío mental... En fin, espero que os guste mucho, tanto que sólo penseis en él, muajajajajaja.

Estos días se ha hablado bastante de la Evolución, de aquellos mecanismos que disponen las especies para sobrevivir y de la relación entre el tamaño de los órganos y sus ventajas. Algo sin duda apasionante, pues según esta teoría nos permite saber, o por lo menos aproximar bastante, de qué venimos y hacia qué evolucionaremos. ¿Cómo serán nuestros descendientes, más altos, si cabe, de tanto comer petit suisse (¿seguirán existiendo los petit suisse?), o menos peludos, ahora que se lleva lo de la fotodepilación, o serán verdes? En fin, quién sabe, una no dura eternamente por muchas cremas que se eche, pero ¿a que mola imaginárselo? Pues, fíjate, estos días, que no he hecho otra cosa más que pensar en ello, he llegado a una cierta incógnita, que la verdad me inquieta bastante.

Seguro que habéis oído hablar o leído por ahí, que exiten casos realmente extraordinarios en los que niños nacen con seis dedos en las manos y/o en los pies, y si no, yo os lo cuento en un momentín: A esta malformación se la denomina polidactilia y puede surgir como consecuencia de una trisomía del par 13 (síndrome de Patau), es decir, tener un cromosoma extra, o por poseer simplemente ese gen dominante. Ocasionalmente, ese dedo se encuentra entero y funcional, pero cuando existe, normalmente se ubica antes del meñique, como si fuera una réplica del anular, con sus correspondientes excepciones, claro. Afecta a 2 de cada 1000 bebes, aunque hay algunos grupos como los Amish que los presentan habitualmente debido al efecto fundador (el primero o los primeros lo tuvieron y de ahí, todos los demás).

Pero, ¿realmente es una enfermedad o mejor dicho, una malformación? Sinceramente, creo que no (aunque es posible que me equivoque), y lo creo porque pienso más bien en las ventajas que nos proporcionaría. Por ejemplo, podríamos aumentar el rendimiento en el trabajo (y salir antes), seríamos unos expertos en manualidades, podríamos escribir mensajes SMS más rápido, haríamos saludos diferentes y levantaríamos más dedos a la hora de tomar el té, nos casaríamos más de una vez, etc.

Volviendo al primer ejemplo (y creo que el más interesante), hagamos un simple cálculo. Imaginemos una oficina, donde la mecanografía está a la orden del día. Una persona con un nivel normal/alto en esta magnífica disciplina puede mecanografiar a 150 palabras/min con los 10 dedos, por lo que, a cada dedo le correspondería 15 pal/min. Si a esto le multiplicamos 12 dedos, nos salen 180 pal/ min, ni el mejor curso de oficinista. Pero hagamos algo mejor todavía, pongamos a la mujer con el récord del mundo en escribir más rápido, Bárbara Blackburn, cuyo récord esta en 212 pal/min (velocidad media), y hagamos la misma operación: 212/10 =21.2x12 = 254.4 pal/min, es decir, que en un minuto sería capaz de escribir (redondeando por supuesto) el siguiente texto:

“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que tenía el sobrenombre de Quijada o Quesada (que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso escriben), aunque por conjeturas verosímiles se deja entender que se llama Quijana; pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no se salga un punto de la verdad. Es, pues, de saber, que este sobredicho hidalgo, los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año) se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto “

Ya tiene que ir rápido. Por supuesto, esto es una aproximacíon, ya que pueden influir cantidad de factores, como la longitud de palabras, el idioma (tildes, diéresis), el humor de Bárbara ese día, o simplemente el hecho de que al tener dos dedos más, todos los dedos abarcan todas las letras y, probablemente la velocidad incrementaría enormemente. Piénselo bien empresarios, money money, ¡qué estamos en crisis!, lástima que se lo quiten a los niños nada más nacer.

¿Por qué un gen, y encima dominante, apenas se manifiesta en el ser humano, si puede proporcionarnos, posiblemente, tantas ventajas? ¿Será el nuevo paso evolutivo? Una nueva raza capaz de tocar la guitarra y, a lo mejor, crear música diferente.

Pues si esto os ha llamado la atención tanto como a mí, de mi cabecita linda surgen nuevas y escalofriantes ideas: ¿Qué pasaría si esta idea la desarrollara un creacionista? Creyendo en una teoría totalmente diferente acerca del origen del hombre, supongo que pensaría (no soy creacionista, así que, alguien que lo sea, igual me espera a la salida) que si el hombre tiene ahora un sexto dedo, es porque Dios le ha dado ese don, un don especial, ya que es un dedo especial, capaz de crear cosas nuevas. Sería el dedo Creador (como el de Dios), y nos lo ha concedido para que nosotros también seamos dioses (se me ocurre como ejemplo ahora mismo, la ingeniería genética).


Ay, amigos, el origen del ser humano es incierto porque todavía quedan muchas preguntas sin resolver, así que, mientras tanto, propongamos más ideas. La última que he leído es la de que, hace millones de años, cuando el australophitecus campaba a sus anchas por la fértil tierra, los extraterrestres, que visitaban cada poco la Tierra y contribuían con el proceso evolutivo, manipularon genéticamente a nuestro ancestro haciendo que sus cerebros estuvieran más evolucionados, abriéndoles el paso hacia la consciencia, así como cambiando la composición cromosómica de sus células sexuales para que transmitieran a sus descendientes las nuevas potencialidades. ¿Y por qué no? ¿Y si en realidad fuese así? ¿Y si el sexto dedo no es más que un gen extraterrestre? Y así podría estar hasta aburrir.

En fin, crean ustedes lo que quieran y no lo que digan por ahí, la primera, la segunda o una mezcla de las tres, yo me quedo con la última, que me seduce más.